El amor fabrica superhéroes. Es lo único capaz de hacer especiales a personas normales y corrientes, lo único que puede cambiar nuestra visión de la realidad y crear seres perfectos.
El amor es mucho más que dos personas que se aman, es puro
idealismo. Algo que te arrastra con fuerza hacia la profundidad sin que te des cuenta. Hasta que el agua llega a tu cuello. Para entonces la
magia ya quedó sumergida, justo después del respeto y el sometimiento insano que envolvía cada movimiento. El "
uno más uno igual a uno" adquiere ahora el verdadero significado. Los caminos toman otra dirección, y tú sigues mirando para todos lados buscando una salida en la que logres sobrevivir y sea sólo. Pero no la encuentras, porque no existe. Hagas lo que hagas será
demasiado tarde para salir a la superficie y respirar aire limpio.
Todo ahora es
gris y
contaminado.
Descubres que
nada dura eternamente y menos aún el espejismo de perfección que pintaba todo de
rosa. No era especial, era.. simplemente, alguien fruto de tu imaginación que respondió durante un tiempo a tu necesidad. Pero te equivocaste, y lo odias. Odias todo lo que venga de él, y sobretodo, odias haber amado todo eso alguna vez y sin reservas. Pero no es tan sencillo, el problema del amor es que por donde pasa, deja huella, y esa no es tan efímera. Es un juego tan peligroso que una vez que lo concede, esa persona llevará siempre consigo el poder de
destruirte. No puedes hacer nada, salvo tratar constantemente de no pensar y seguir con tu vida. Aprendiendo a sobrellevar que cuando todo pasa, cuando parece que empiezan a cicatrizar las heridas.. hay algo que te sigue siempre, de lo que no conseguirás desprenderte mientras permanezcáis cerca, y se llama
MIEDO.
Quizás miedo a undirte una vez más en ese agujero en el que sólo vosotros caísteis. Miedo a una puñalada que ya no esperas. Miedo a ser sólo parte de su
pasado, a que todavía te queden
lágrimas, o simplemente, miedo al dudar por un momento
si realmente lo superaste.